martes, 15 de marzo de 2011

Ensayo reflexivo y critico: Klaus Kinski


ENSAYO REFLEXIVO Y CRÍTICO: KLAUS KINSKI

Klaus Kinski es un personaje, formado por unos rasgos emocionales  e impulsos inexplicables, que lo llevan hacer un actor lleno de energía, y en el momento de crear la composición de su personaje, su escenario y verse allí de tal manera que lo vuelva tan real  e intangible para las cámaras y el espectador; el éxito de sus papeles era esa adaptación de su personaje con su propia vida.

Para el alemán Nikolaus Karl Günther Nakszynski o Klaus Kinski, como es conocido en el mundo del estrellato, no fue fácil llegar a la actuación pues tuvo que pasar por una irrevocable “Segunda Guerra Mundial” que lo arrastró hasta Holanda como rehén, pasó el resto de la guerra prisionero en Inglaterra, donde aprendió teatro improvisado para prisioneros.

Su paso por la guerra influyo mucho en su estilo, pues muchos cineastas se involucraron en esta violencia creando así el terror en su producciones, pues el público se sintió identificado por lo vivido durante la guerra.

Por su experiencia de vida y su  forma de  ser, adquirió esa habilidad de realizarse de tal manera que  Kinski, que bebía en exceso, era un maníaco sexual que narró sus hazañas sexuales en una autobiografía llamada “Yo Necesito Amor”. A causa de la gran cantidad de papeles de loco y asesino que representó a lo largo de su carrera, y a su comportamiento obstinado y a menudo obsesivo, se le solía considerar un genio demente

Cabe resaltar que, por su estilo de actuación, Klaus Kinski entra en el movimiento kitsch; su ponderación, engrandecimiento y exageración hacían parte de su labor actoral formando así la imagen del reconocido Kinski. Tenemos como ejemplo sus películas La Cobra Verde  y La Guerra en la Ira de Dios donde se visualiza fácilmente su actuación, las tomas muestran sus rasgos y acciones más detalladas, se pueden ver como  algo desagradable pero que a la vez se puede aplicar lo repulsivo como atracción positiva, pues es algo que, a pesar de ser “repugnante”, es interesante conocer.

Klaus Kinski encajo perfectamente con el publico  encarnando esos personajes, con tanta dedicación y disciplina que tenía que iniciar con el guion 2 meses  antes, para ensayar cada detalle, movimiento, identificarse con esas actitudes, tono de voz; su formación corporal cambiaba totalmente, asemejándose cada vez más a ese personaje; en muchos momentos se le daba la oportunidad de improvisar y para el era muy fácil contextualizarse con el seguimiento de la película, para llegar hacer muy coherente en sus improvisaciones.

También se las daba de director y tenia enfrentamientos con el personal y el  director y Klaus se salía de control; cuando finalizaba el montaje de la película Klaus no dejaba de actuar como  ese personaje por lo menos 4 meses.Dejándonos como enseñanza la siguiente frase “Tu éxito es la fuerza de profundizar ese personaje y ser algo más que un actor si no hacerlo parte de  tu vida, y sensibilizar al público inmediatamente y esa forma ilimitada de explorarse así mismo con esos personajes”.

El personaje que representa Klaus Kinski, Conduce a través de su manera de vivir, de su existencia,  su intima exacerbación por con la vida desde una sinceridad brutal y conmovedora; como lo decía Baumgarten, ¨la comprensión y explicación del proceso cognoscitivo que tiene lugar a través de la sensibilidad en su manifestación y forma característica¨, es decir, el gusto y ambición que tenia Kinski por la actuación y el buen desempeño de sus papeles a través de una estética fundamental como un proceso de enriquecimiento.

Kinski a través de su entusiástico humanístico  produce sustanciales variaciones, produciendo un placer sensorial en el performance de sus actuaciones; convirtiéndose así, en un ser singular y capaz de hacer brotar por medio de la intuición y sus habilidades la perfección de lo mas inerte.

Kinski da un paso hacia adelante en la singularidad del individuo, poniendo su mente en un proceso de ingenio e imaginación causando la belleza del objeto artístico (personajes).
 A través de su extraño comportamiento, casi intolerable, como lo dice en ¨Yo necesito amor¨: ….soy como una bestia con uñas. Si no fuera actor, me habría convertido en asesino o mártir… y con una existencia de un hombre exasperado, a la búsqueda incansable de un afecto que jamás supo conseguir o conservar, y cuya ansiedad acabó resolviéndose siempre, a cada instante, en sexo a secas, sin rodeos, sin máscaras, en todas las posibles facetas, hasta sus últimas consecuencias, desde las más triviales y fortuitas hasta las más violentas y sórdidas La obsesión de Kinski por el sexo sólo es comparable a la adicción del heroinómano. Vida y sexo no son sino una y única cosa, permitiendo encajarlo en un artista estéticamente exótico y novedoso; debido a que transforma con intención el valor de lo  ya conocido o visto, diferenciándolo de lo habitual; utilizando un ¨simulacro real¨ en la encarnación precisa y loca de sus personajes. 

Exóticamente Kinski se sale de los parámetros actorales, se sale de lo normal o lógico, adoptando una visión distinta contribuyendo a la reflexión del espectador.
Kinski en su relación con el director Werner Herzog con el cual llevaba una dependencia  de amor-odio, desarrollo una repulsión despertando una serie de reacciones descontroladas, rechazos y fobias hacia el director de sus películas más aclamadas (Herzog). Desencadenando una humillación para con él como una manera de exhibirse y sintiendo un placer estético, con unas actitudes directamente burlescas de aniquilación hacia Herzog y también con una intención de provocar rechazo.

En cualquier caso, las colaboraciones de ambos son consideradas verdaderas obras maestras del cine y, de acuerdo con muchos críticos y aficionados, el mejor trabajo de ambos se produjo cuando hubieron de colaborar, ya que por separado ninguno de ambos alcanzó tales cotas de genialidad.

La más turbulenta colaboración de Kinski con Herzog fue, sin duda, Cobra Verde, en la que representaba al tratante de esclavos Francisco Manoel Da Silva. Durante el rodaje, Kinski atacó físicamente a Herzog y abandonó el set sin haber concluido la filmación. Dicho episodio terminó de romper la relación entre Kinski y Herzog.

Klaus Kinski, se muestra como una persona apasionada, extraña, feroz, sexual (describe varios encuentros íntimos a lo largo de su libro ¨yo necesito amor¨), sórdido, provocador, a veces escandaloso, de una sinceridad perturbadora para lo bueno y lo malo, impúdico, extremista y apasionante.

Desde el primer momento, Kinski se desnuda sobre las páginas sin el menor rastro de pudor, se arranca la piel, realiza una autopsia de sí mismo en vida. Y lo hace con naturalidad y tal sinceridad que muchas veces ofrece una imagen muy poco agradable de sí mismo. Esto no a porta una imagen positiva a la sociedad, por el contrario, muestra una serie de actos donde aquellas personas que han crecido bajo las leyes de un Dios llamarían “satanismo”, aquí se pone en juego la vulnerabilidad de las personas, ­­­¿hasta dónde será capaz de llegar la mente humana? Y ¿qué hay de los niños frente a esto?, son preguntas muy difíciles de responder, pero lo que sí sabemos es que el mundo se llena cada vez más de personas que prefieren lo escandaloso, si algo no tiene escándalo no les llama la atención. Nos hemos convertido en una sociedad “amarillista”.


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